Tu anterior película antes de los juegos del hambre fue Agua para elefantes, una película de Reese Witherspoon y Robert Pattinson. Trabajaste con él en el centro de la Twilight mania, y entonces te fuiste a hacer los Juegos del Hambre. ¿Qué lecciones tomaste a partir de la interacción con Robert Pattinson, el lidio con esa clase de fama sensacionalista y fan que fue en trabajar con Jennifer Lawrence en Los Juegos del Hambre justo después.
Cuando trabajé con Rob, el obviamente tenía una enorme base de fans debido a Crepúsculo y había mujeres y niñas, pero digo mujeres, acampando fuera en nuestro set todos los días y en nuestros hoteles cuando estábamos rodando fuera de la ciudad, y ello fue extraño. Él siempre era muy tímido al respecto. Recuerdo haber hecho una película previamente con Will Smith, quien también es muy popular, y él tiene una manera muy diferente de interactuar con sus fans, y yo estaba tratando de ver si podía poner a Rob un poco más cómodo con el tipo de abrazar el fan-dom.
Lo que aprendí de él es que en realidad los dos fandoms son muy diferentes entre sí. Sus fans son muy diferentes de los fans de Will Smith, bien, y si los fans de Rob consiguen sujetarlo, al menos en ese momento ello se sentía como que iban a rasgarlo en pedazos. Ellos tirarían de su pelo, ellos tirarían de su camiseta aparte, me refiero a ese clase... no habría razón para él estar nervioso con algunos de esos fans. No todos, pero algunos.
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