Cómo Kristen Stewart y Olivier Assayas traen a los muertos de vuelta a la vida en 'Personal Shopper'
La película de fantasma inspira la reflexión personal sobre la experiencia de perder a un ser querido, y puede ser el recipiente ideal para explorar el proceso de duelo.
"El cine es acerca de la resurrección. El cine es acerca de lidiar con tus propios fantasmas y llevarlos a la vida. El cine puede explorar tu subconsciente y tus recuerdos, pero sobre todo permite que lo perdido regrese". — Olivier Assayas
Me prometí a mí mismo que no le contaría a Kristen Stewart acerca de mi padre.
Repetí esa instrucción como una oración mientras me preparaba para nuestra entrevista. No quería hacer esto acerca de mí. Uno de los primeros obstáculos que tienes que limpiar como periodista de cine es aceptar el hecho de que siempre eres la persona menos interesante en la sala. Mientras me sentaba frente a Stewart y el escritor y director Olivier Assayas en un vacío atrio del Lincoln Center en una lluviosa tarde de Octubre, ni siquiera estaba cerca.
Pero cuando estás de duelo, los muertos siempre parecen relevantes. Y cuando estás hablando de "Personal Shopper" de Assayas, donde el personaje de Stewart luce como un medium moderno que intenta desesperadamente establecer contacto con su hermano gemelo, los muertos siempre lo son.
Desde que mi padre murió, lo he estado buscando por todas partes. En cada signo, detrás de cada coincidencia, en cada pantalla. Cuando estaba vivo, sólo realmente lo veía en algún domingo. Ahora encuentro a mi mismo luchando contra el deseo de mencionarlo durante las entrevistas, o invocar su memoria en mi escritura. Le diagnosticaron cáncer de cerebro en marzo de 2015, murió justo antes de Navidad ese año, y yo archivé la única pieza que he escrito acerca de él durante el mes de Junio, cuando los últimos pétalos de esperanza estaban cayendo de la flor . Estaba claro que mi padre había sufrido un deterioro cognitivo severo y permanente durante la cirugía para extirpar su tumor, y escribí sobre la creciente comprensión de que nunca podría decirle cómo me sentía, o más bien que él nunca sería capaz Para escucharme si lo hice.
Fue una experiencia catártica, pero no podía sacudir la sensación de que había algo espeluznante y auto-engrandeciente acerca de la visualización. Me sentí como uno de esos sociópatas quien sube al micrófono durante un Q&A de una post-proyeccion para la audiencia, y ignorando el coro de conocidos gemidos comienza a regale el elenco y al equipo con una historia incómodamente personal en un espacio explícitamente público. Aquellas personas son monstruos. El sándwich entre Stewart y Assayas, yo estaba luchando contra el impulso de volver a sus filas, luchando una guerra de desgaste entre mi ética como periodista y mi impulso como narcisista.
Me prometí a mí mismo que no le diría a Kristen Stewart acerca de mi papá.
Pero nunca esperé que ella me contara tanto acerca de él.
"Oh Dios mío. ¡Joder!"