Desde:
Cosas.com [ Muchas de las preguntas ya estaban en entrevistas anteriores por la que solo pusimos las nuevas.]
¿No estás viviendo en tu mansión?
La vendí, y después me di cuenta que me había quedado sin casa (risas). Durante 6 meses, he vivido en casas de amigos a las que llego con mis tres colchonetas inflables. Vendí mi casa, porque soy demasiado joven para estar lidiando con problemas de gasfitería y otras cosas por el estilo (risas). Podría vivir en una celda con tal que tenga una ventana.
¿Realmente no te asusta el calentamiento global y sus consecuencias?
Tengo una fe ciega en la humanidad y pienso que la gente no va a cambiar. Es muy difícil aceptar que durante mi generación se extinguirá nuestra especie. Creo que al final, la mayoría verá la luz y tendremos un final feliz. A las personas no les gustan las buenas noticias, prefieren las malas que venden más diarios. Predecir el fin no produce resultados; en cambio, si das esperanzas, quizás podamos lograr algo.
¿Qué es lo peor que te ha ocurrido con los paparazzi?
En una oportunidad, me siguieron alrededor de ocho automóviles durante diez horas, no sabía qué hacer. Querían seguirme para saber dónde vivía, y yo trataba de despistarlos.
¿Siempre quisiste actuar?
No fui un niño actor ni nada parecido. No tuve clases de arte dramático en el colegio. Cuando cumplí 15 me inscribí en un club de drama, porque iba una niña que me gustaba. Trabajé como escenarista, nunca tuve intenciones de actuar. Montaron la obra “Guys and Dolls” y entonces me bajó un deseo loco de encarnar al personaje Nathan Detroit, me obsesioné. No me dieron el rol, pero terminé interpretando a un bailarín cubano. Luego en la obra “Our Town”, de Thorton Wilder, me dieron el papel principal; había un agente entre el público quien me propuso representarme. Luego hice “Vanity Fair” junto a Reese Witherspoon y después “Harry Potter y el Cáliz de Oro” donde encarné a Cedric Diggory.
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