Ya desde que escuchamos que Kristen Stewart era el nuevo rostro de Chanel, hemos estado muriendo por saber cómo la vestiría para sus anuncios el director creativo de la línea y diseñador jefe Karl Lagerfeld. Después de todo, la estrella tiene un look muy diferente de las rubias etéreas que Lagerfeld ha explotado en sus campañas previas (como Keira Knightley, Blake Lively y Diane Kruger). Y como puedes ver en el primer vistazo del video del rodaje del anuncio abajo, su nerviosa belleza ha sido interpretada con trenzas de raíz, raya de ojos alada y algunas prendas seriamente hermosas.
Stewart ha tenido una larga relación de trabajo con Chanel - ella ha estado en desfiles y llevó Chanel a la Gala del MET - antes de que Lagerfeld le pidiera que modelara para esta colección (que él mismo fotografió en Paris). Y ella le cuenta a People que él no es para nada tan intimidante como alguien de su status en el mundo de la moda podría parecer.
"De verdad, su imagen está en contraste con lo que es realmente estar alrededor de él. Hay algo casi inalcanzable y jod---mente chic... Y luego le conoces, y él en realidad es un vividor increíblemente creativo y voraz", dice ella. "Su librería personal en Paris, donde rodamos la campaña, miras alrededor y el equipo está como, 'Entonces, ¿puedes creerte que en realidad él ha leido todos estos libros?', y tú estás como, 'En realidad como que sí puedo'. Él es un hombre impresionante. Definitivamente es mucho más que las gafas y el pelo de lo que podrías pensar que es".
Las colecciones de Chanel Métiers d'Art se producen una vez al año para mostrar la habilidad artesana de sus ateliers. El "Western romántico" de este año - la línea inspirada debutó en Dallas, y puede ser vista en Stewart a lo largo del video. "Era sobre encontrar piezas de la colección que funcionasen en mí", ella le cuenta a People sobre la puesta en escena del rodaje. "Él es tan bueno viendo algo que no es guay y haciéndolo guay. Como, tenía mi pierna en una posición y él lanzaba un palillo a mi boca y me decía que parase de inclinar mi pierna y en dos segundos yo estaba como, 'Oh, ahí está'. Era muy guay y fácil y artístico. No sentí como si tuviera que salirme de mí misma. No tuve que intentar convertirme en nadie más".
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