Scans: Kristen en Grazia Francia con las imágenes de la campaña de Chanel Metiers d'Art + Citas (Añadida traducción completa)

Traducción Completa

SUITE ITALIANA

Rinde homenaje a las grandes actrices italianas: es objeto de la nueva campaña de Chanel para su colección Métiers d’art “Paris a Roma”. Para la cual Karl Lagerfeld pone en escena a la eléctrica Kristen Stewart en un apartamento parisino.

Algo ha cambiado. No se trata sólo del sublime abrigo de cuatro botones de Chanel, ni de los pendientes que aportan a su rostro un aura. Ella los lleva y con la más perfecta exactitud. Puedes ver en su manera de comportarse, segura de sí misma, la aparición de otra mujer. Kristen Stewart hace ver a Karl Lagerfeld eso que ella sabe desde hace mucho tiempo: que hay un abismo entre ella y todo aquellos que la clasifican dentro de la categoría desechable de los bebés de internet, todo porque se volvió famosa a los 18 años de manera galáctica gracias a Crepúsculo, una saga de películas de vampiros en las que todos los adolescentes de 2008 aprendieron las reglas (crueles) del amor. Hace dos años, en Cannes, en un coche que circulaba a toda velocidad por la Croisette, ella nos contó esto: la vida de una chica de 23 años (ella tiene 26 actualmente) que ha sido la primera sufrir las inconveniencias de la fama de internet. Twitter nació con ella, como con su novio de entonces, Robert Pattinson, o también con Justin Bieber. Han sido a la vez cobayas y mutantes de una nueva forma de observar a las personas que idolatramos. Les graban cada segundo de su vida. Saben a qué hora se levantan o qué chico o chica han abrazado al final de la noche. El menor movimiento de sus pestañas se ha contado, deformado, mirado con más atención que un ataque químico al norte de Siria. Era como si antes de Kristen no hubieran (todavía) famosos.

UN ORGULLO INSUPERABLE

Ella contaba eso en el coche, hablando a la velocidad de una metralleta. Por la ventana miraba la Croisette a través de la velocidad pura, la única cosa de la época que parecía conectarla. Como si todos su cuerpo intentara ir más rápido que la máquina.

"Mi fama vino en el momento en el que las redes sociales hacían creer a la gente que no había nada más preferible en el mundo que la fama. Todo el mundo quería ser famoso, y como eso no es posible, todo el mundo quería una pequeña parte de nosotros, de Robert y de mí. Vivía con la idea de que el mundo entero estaba manteniendo una relación conmigo del tipo:  'Somos nosotros quienes te hemos hecho famosa, entonces ahora tu nos tienes que dar lo que te pedimos.' Pero yo, antes de eso, no era más que una pequeña nerd."

Recuerdo claramente que un minuto antes de entrar en ese mismo coche, Kristen Stewart había descubierto que el jurado del Festival de Cannes 2014 la había incluido en su corta lista para el premio a la mejor interpretación femenina. Era por Sils Maria, la película de Olivier Assayas, su primera incursión al lado del cine de autor en la cual ella juega un juego inteligente y cruel con Juliette Binoche. Tanto una como la otra eran extraordinarias en ella. Recuerdo que nos dijo que le temblaban las piernas al darse cuenta de que Cannes al fin la consideraba como una actriz: "Porque todo lo que hago, lo hago por las películas; eso es lo único que importa. Apúntalo porque jamás diré algo más cierto que eso." El jurado del festival finalmente reculó eligiendo a Julianne Moore (por una película de Cronenberg con Robert Pattinson), como si la industria, con una taquilla ya en sus rodillas antes de esta chica, estuviera esperando más beneficios de ella. Cannes los tendrá y no más tarde que este año: Kristen abrirá el baile con Café Society, de Woody Allen, que inagurará el festival la tarde del 11 de mayo. Pero (esto no es más que una hipótesis o un rumor en el momento en el que nosotros imprimimos estas líneas) es muy probable que Kristen revolucione también la competición. Con Assayas, de nuevo. Ella es la heroína, el elemento salvaje y documental de Personal Shopper: veinticuatro horas de la vida de una chica que debe vestir a las celebridades. Pero la estrella es ella, ese cuerpo eléctrico que se conecta a una carrera sin fin. Corre Kristen, corre. Tienes que verla andar a través de una habitación para saber que esta chica es un géiser loco. ¿Quién más podría encarnar la juventud contemporánea, soberana y complicada? Ella que no hace nada como todo el mundo, que ama lo que quiere (su relación con Soko no se ha librado). Con la potencia de fuego, un orgullo insuperable. Si, esta chica es formidable. Sin duda porque ella se dirige a la perfección. Entonces miramos esas siete fotografías en la habitación firmadas por Karl Lagerfeld. Medimos la oferta que el director artístico traslada a sus pies: rinde homenaje a las grandes actrices italianas, encarna una cierta idea de juego, de glamour y de la sexualidad apasionada. [...] Entre Karl y Kristen se oye esa palabra de orden implícito - lo mismo tanto para uno como para el otro: ponte la ropa y transfórmala, impón tu silueta, redefine todo a tu medida. En una de las imágenes de esta campaña Métiers d'art, la vemos sentada en un sillón. Es un tiempo de suspensión. Sus piernas están cruzadas, ella no parece llevar nada más que un par de zapatos de tacón, unas medias muy sexys y una chaqueta de cuero. Ella tiene el silencio el silencio inquietante de la mujer araña después del beso de la muerte. Y algo en su mirada parece decir: "¿Quién es el siguiente?". En 2016 el cine pertenece a Kristen Stewart.

Scans digital Mel452
Traducción LaSagaRobsten