Entrevista de Kristen con ABC (España)

La actriz estrena en España este viernes «Café Society», la última película de Woody Allen que tuvo una excelente acogida en el Festival de Cannes

Teñida de rubio, con gafas de sol y el cabello recogido, resultaría difícil reconocer a Kristen Stewart, si no fuera por los dos guardaespaldas que la escoltan hasta el restaurante de la Playa Nikki Beach frente al Hotel Carlton en Cannes. 

—¿Después de haber protagonizado un superéxito como «Crepúsculo» necesitó analizar los siguientes pasos de su carrera?

—Honestamente, yo no «pinto» cada película que hago con la misma energía y la misma inversión. En realidad «Crepúsculo» fue una película que empezó como algo muy chico. Después se volvió algo tan grande que terminaron siendo cinco películas que obviamente ocuparon mucho de mi tiempo, pero en términos de navegar mi carrera, no reacciono tanto en ese sentido. Una película no me empuja a la siguiente, a menos que sea algo liviano donde yo quiera disfrutar del tiempo. Por eso también hice un par de películas más pesadas o me sentí bien haciendo un filme de Woody Allen, pero nunca acepto un trabajo por lo que todos creen.

—¿Pero nunca tuvo que rechazar ninguna otra película cuando estaba en pleno furor de «Crepúsculo»?

—Bueno, cuando hice la serie de películas de «Crepúsculo» iba a ser una sola película y cuando tuvo tanto éxito, enseguida tuvimos luz verde para hacer las otras. Pero yo tampoco estaba obligada a hacer la segunda. Todos aceptamos volver porque la habíamos pasado bien en la primera. Y después todo se volvió muy intenso. Por suerte, entre cada película también tuve la oportunidad de hacer otros proyectos como «Welcome to Rileys», «The Runaways», «On the Road» que eran un poco diferentes. Pero sí, siempre tuve la libertad de trabajar en el estilo de cine que yo quería. 

—¿Es cierto que va a dirigir su propia película?

—Sí, por fin pude conseguir la financiación de mi primera película como directora y voy a empezar con la filmación en cualquier momento. Decidí que no iba a actuar en ninguna otra película hasta terminar con ésta.

—¿Fue un premio especial haber tenido el honor de abrir el Festival de Cannes con la película de Wooy Allen?

—No sé... Las otras veces que estuve sentí que no estaba al mismo nivel. Y esta vez fue todo mucho más fácil. Y aunque ya lo conozco bien, tampoco sé como comportarme en ciertas situaciones sin quedar mal. Pero esta vez, superaron mis expectativas por la genuina celebración. Supongo que también tuve mucha más confianza.

—¿Quiere decir que no le molestaron las malas reacciones de Cannes, cuando estrenó «Personal Shopper»?

—Yo simplemente sentí que si alguien quería salir de lo normal, haciendo algo demasiado superficial o diciendo algo estúpido, no me iba a ofender en lo más mínimo. Al contrario, ellos son los que quedan mal, no yo, porque generalmente es lo opuesto. Yo me sentí genial, porque todos estábamos por las mismas razones. La gente mala se reconoce al instante como insignificante y superficial cuando quieren tirar abajo algo positivo.

—¿En Los Ángeles va a los cines como una persona más?

—Yo vivo en Los Feliz, un vecindario bastante tranquilo de Los Angeles. Y hay un par de cines buenos cerca de casa.

—¿Cuándo fue por última vez al cine?

—Fui a ver «El Libro de la selva».

—¿La escena donde aparece King Louis no parece «Apocalypse Now»?

—Y... Sí, pero todos los directores lo hacen. Te garantizo que el director John Favreau, si estuviese sentado con nosotros, te diría que robó esa escena totalmente de «Apocalypse Now».

—Woody Allen, en persona, me dijo que él roba también de los mejores...

—Te «inspiran». Esa es la belleza del cine. Así es como se filma una película por algo que viste antes.

—Ya que en su caso no puede copiar a nadie... ¿A quién le hubiera gustado conocer de la mejor época de Hollywood en los años 30?

—A Katharine Hepburn.

—¿Alguna vez se acercó para conocer a alguien que admira, de la misma forma que se le acercan hoy sus fans?

—Yo no me identifico con mis admiradores (que quieren conocerme). Ni siquiera quiero existir cerca de la gente que idolatro. No quiero afectarlos en lo más mínimo. Quiero que sigan siendo como me los imagino, no quiero que les afecten mis ideales. Para ser honesta, yo crecí obsesionada con una banda que se llama Rilo Kiley y Jenny Lewis me apasionó siempre. Un par de años atrás había ido a un concierto de ella y todos mis amigos insistían en que fuera al camarino, para saludarla. Y yo no quise... 

—¿Por qué?

—Es algo que tendría que analizarlo con un psicoanalista (Risas). No sé. Pero al final terminé haciendo un video musical con ella. No pude con mi genio.

—¿Qué vídeo era? Para buscarlo en Youtube...

—«Just One of the Guys», ella también lo dirigió (con Anne Hathaway y Brie Larson).

—¿Y cambió su percepción después de conocer a su ídolo personalmente?

—La amo, pero de verdad ahora el sentimiento es totalmente diferente. Me sigue gustando la música, pero ya está humanizada y a veces no te gusta algo así.

—¿Cuál fue el lugar más extraño del mundo donde le sorprendió que la gente le reconociera?

—Bostwana, eso fue muy fuerte.

—¿Por qué?

—Estaba en unas vacaciones ridículas que me consiguió el estudio de cine. Y yo nunca imaginé que había tantos fans de «Crepúsculo» en Botswana.

—¿Y qué tal resultó la experiencia de trabajar con alguien como Woody Allen?

—Es como cuando escuchas una canción sin conocerla, pero puedes reconocer quien canta. Básicamente, él es un artista que te resulta familiar con sus películas. Tiene eso de particular. 

—¿Lo disfrutó al menos?

—El trabajo lo disfruté. Mi forma de trabajar es muy impulsiva y espontánea. Y nunca antes había tenido que salir de mi personalidad natural, pero tuve que dejarlo todo a un lado desde el momento que empezamos con el rodaje. 

—¿En qué momento se sintió lo suficientemente cómoda para evitar la presión de filmar una película de Woody Allen?

—En el momento en que entendí al personaje fue todo mucho más natural, me sentí más cómoda con esa versión de mi personalidad. Al principio iba a aprender la letra exactamente como figuraba en el guión. Y aunque él no ensaya para nada, yo sentí que tenía que ir preparada. Y soy muy mala en ese sentido, no funcionó para nada. Por suerte, apenas empezamos, empecé a entender ese tono tan familiar y creo que salió bastante bien.

—¿Cómo la eligieron?

—Woody habrá visto en mí, algo que yo no vi. El momento en que recibes la primera llamada es el mejor sentimiento del mundo. Es por lo que sigo haciendo todo esto. Es la mejor relación que pueda tener con un director, cuando me muestran algo que yo no sabía de mí. Y también pasé por una prueba de audición, tuve que demostrar que valía la pena. 

—¿Y después de haber filmado una película de fantasmas como «Personal Shopper» cree que hay algo al otro lado de la realidad?

—Sin entrar en el plano religioso, porque soy bastante agnóstica, no sé... Yo soy muy sensible con las energías. Realmente creo que me controla algo que tampoco puedo definir y por lo que tampoco puedo tomar ninguna responsabilidad. Es algo que me hace sentir que no estamos solos. «Personal Shopper» es una historia de fantasmas, seguro, pero el aspecto supernatural te hace cuestionar si no tenemos percepciones diferentes o todo es blanco y negro. Y vivir en ese área gris permite que la gente se acerque también. 

—¿Cree en fantasmas?

—¿Si creo en fantasmas? No sé, supongo que creo en algo que no puedo definir con una respuesta.

—Su miedo es bastante convincente en esa película ¿Cómo lo logró?

—Simplemente imaginé que estaba recibiendo realmente estos mensajes de terror. Es muy difícil reaccionar con algo así y tampoco quiero manipular mis ideas con nadie, pero cada día del rodaje me sorprendió el pánico que me daba esta película. Cuando lo leí, pensé que estaba drogada, pensé que era un sueño existencial, sin sonar demasiado pretenciosas.

—¿Y no tuvo miedo rodar las escenas de sexo?

—No es algo que me dé miedo. Yo estoy dispuesta a todo. Realmente aprecio todos los aspectos del cine. Y la única forma de mostrar a alguien que no puede conectar los puntos suspensivos es mostrar las versiones extremas de una persona. Y yo quise mostrar la versión más presente, pensadora y desnuda que podía mostrar de mí.

—¿Cree que sus admiradores la conocen realmente por verla en el cine? ¿Cuánto de Kristen Stewart hay en sus personajes?

—Lo mejor que puede hacer cualquier actor es evitar que te encasillen, lo bueno es soprender. Y la única forma de lograrlo es realmente desnudarte por completo y revelarte como persona. Yo no quiero interpretar personajes donde yo solo sea un personaje. No soy ese estilo de actriz. Siempre pasa todo por mí. Y lo que más me gusta es cuando alguien se acerca y dice «no sabía que eras tan así, pero ahora que lo vi… deberías resaltarlo más». Es algo que siempre me sorprende, pero así soy yo.

Fuente